Las partículas sólidas en entornos industriales y de fabricación representan un riesgo significativo para los empleados y plantean desafíos complejos para los profesionales de salud y seguridad.
En esta entrevista, hablamos con Steve Marnach, gerente de Formación para EMEA y especialista en Entornos Críticos en DuPont Personal Protection, sobre los riesgos para la salud asociados con la exposición al polvo, los retos que enfrentan los responsables de seguridad para proteger a los trabajadores y las mejores prácticas para seleccionar el equipo de protección individual (EPI) adecuado.
Las partículas sólidas suelen denominarse «polvo». ¿Por qué este material es perjudicial para la salud humana?
SM: La exposición a distintos tipos de polvo, incluidos los bifenilos policlorados (PCB), así como partículas minerales, químicas y recubrimientos en polvo, puede provocar problemas de salud como irritaciones cutáneas, enfermedades respiratorias, cáncer e incluso la muerte.
Desde una perspectiva de salud ocupacional, el polvo se clasifica según sus propiedades físicas y químicas, que determinan su impacto en la salud. Existen tres categorías principales: polvo inhalable, polvo torácico y polvo respirable
El polvo inhalable se refiere a partículas de mayor tamaño, la mayoría de las cuales quedan atrapadas en la nariz y la garganta. El polvo torácico, en cambio, está compuesto por partículas más pequeñas capaces de llegar hasta los pulmones. Por último, el polvo respirable es lo suficientemente pequeño como para ser inhalado profundamente, llegando hasta la región de intercambio de gases en los pulmones.
¿Cuáles son las fuentes más comunes de polvos peligrosos?
SM: Las principales fuentes de polvo dañino incluyen procesos industriales como la fabricación, la construcción, la minería y la explotación de canteras. Actividades como el esmerilado, el corte, la perforación y el lijado pueden generar polvo y otras partículas perjudiciales. Además, sectores como la agricultura, la carpintería, las emisiones de vehículos y el polvo doméstico también pueden contribuir a la exposición al polvo.
¿Es fácil identificar los riesgos del polvo?
SM: Depende. Aunque algunos tipos de polvo son visibles, otros pueden ser microscópicos, lo que dificulta su detección. La medición precisa de las concentraciones de partículas en el aire requiere equipos especializados y conocimientos técnicos. Además, la variabilidad en la exposición a lo largo del tiempo y en diferentes tareas añade un desafío adicional para los responsables de seguridad y salud ocupacional (HSE por sus siglas en inglés).
¿Cuántos trabajadores se ven afectados por enfermedades respiratorias laborales?
SM: Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cerca de 3 millones de personas mueren cada año en todo el mundo debido a causas relacionadas con el trabajo[1]. De estas, una gran proporción se atribuye a enfermedades respiratorias laborales, que, junto con las enfermedades circulatorias y las neoplasias malignas, se encuentran entre las tres principales causas de mortalidad laboral[2].
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que la exposición a la contaminación del aire en el lugar de trabajo, incluidas las partículas en suspensión, los gases y los humos, es responsable de aproximadamente 450 000 muertes anuales[3].
La Encuesta de Exposición de los Trabajadores de la EU-OSHA (WES) sobre factores de riesgo de cáncer en Europa busca abordar la falta de datos en torno a esta amenaza. Las primeras investigaciones sugieren que los trabajadores en micro o pequeñas empresas se enfrentan a un mayor riesgo en comparación con aquellos en empresas medianas o grandes, así como quienes trabajan más de 50 horas semanales {1}[4].
